En las organizaciones naturalmente se desarrollan tribus internas, definidas como grupos de entre 20 y 150 personas con vínculos entrelazados. Estas tribus pasan por cinco etapas de desarrollo:
Etapa uno: En esta etapa operan las “pandillas callejeras” y aquí sus miembros creen que “la vida es una mierda”, estando indefensos en un mundo hostil. Aquí es importante animarlos a que establezcan contactos con compañeros de trabajo positivos y alentarlos a cambiar su lenguaje y a ver las posibilidades de la vida.
Etapa dos: Las personas que se encuentran en esta etapa creen que “Mi vida es una mierda” y se caracterizan por ser cínicos y desprendidos. Aproximadamente el 25% de las tribus de las empresas se encuentran en esta etapa, en donde se comportan de manera reactiva, tratando de esquivar la responsabilidad de su trabajo y de sus acciones. Para ayudarlos dígales que los aprecia, escuche sus problemas y trate de darles una solución, ayudenlos a evolucionar y anímenlos a interactuar.
Etapa tres: Esta etapa representa el 49% de las tribus, ellos se caracterizan por ser grandes triunfadores que compiten entre sí. Estos “guerreros solitarios” lamentan las insuficiencias de los que trabajan a su alrededor y además creen que la empresa no los recompensa lo suficiente. Para lograr que estas personas evolucionen ayúdelos enseñándoles que la gente tiene talento de varias formas y a que renuncien a sus relaciones diádicas y comiencen a formar triadas con el fin de aumentar su éxito.
Etapa cuatro: El 22% de las tribus que se encuentran en este nivel piensan que “Somos grandes, y no lo son”, orgullosos de su empresa, compitiendo con otras compañías y no entre sí. Aquí las personas buscan más personas que se encuentren en esta etapa para iniciar nuevos negocios, perseguir un proyecto o ayudar en procesos existentes. En este nivel ellos tienen un fuerte sentido de su propia identidad, de su propósito y de los principios que actúan sobre ellos.
Etapa cinco: La máxima de esta tribu es “La vida es grande”, las personas que se encuentran aquí descartan la necesidad de competir. Menos del 2% de las tribus operan en esta etapa. La causa noble es lo único que interesa.
“Una compañía es tan fuerte como la cultura de sus tribus” y para definir cuál es la estrategia tribal de su organización puede plantearse las siguientes preguntas: ¿Qué queremos”, le ayuda a determinar el resultado de perseguir sus valores fundamentales y su noble causa; ¿Qué tenemos?, localiza los recursos que puede solicitar; ¿Qué haremos?, identifica los comportamientos que debe emplear.
